Un total de 530.000 empresas en España han solicitado un ERTE por la situación creada por la pandemia del coronavirus, según los datos facilitados en mayo por el ministro de Inclusión, Seguridad Social e Migraciones, José Luis Escrivá. El ERTE por fuerza mayor, vinculado al estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo, está motivado por la imposibilidad de continuar con la actividad en las empresas. Pero algunos de estos expedientes han sido denegados por la autoridad competente por causas diversas. ¿En qué situación quedan los empleados si a la empresa no le apprueban el ERTE?

La aprobación provisional de algunos ERTE

La emergencia con la que hubo que adoptar medidas en las empresas provocando la rápida evacuación de los centros de trabajo para tratar de minimizar el riesgo de contagio, hizo que muchas personas se quedaran en casa con mucha incertidumbre sobre su situación laboral. Como mucho contaron con el anuncio de que su empresa había pedido un ERTE.

El tiempo y el desarrollo de los acontecimientos, curso acelerado sobre derecho laboral incluido, ha arrojado más luz sobre las diferentes situaciones. La avalancha de peticiones de ERTES por fuerza mayor y la previsible saturación de las administraciones ha provocado que muchos de esos ERTEs hayan sido admitidos, al menos de momento, gracias a lo que se le conoce como silencio administrativo.

Es decir, el plazo de respuesta del organismo compite se supera (más de cinco días) y la empresa no tiene respuesta. La autoridad laboral se reserva el derecho a desestimarlo de oficio más adelante si lo cree conveniente o también podría revisarse si la impugnara al representante de los trabajadores.

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¿Por qué se puede desestimar un ERTE?

Pero en algunos casos se desestimó el ERTE por fuerza mayor. En la autoridad laboral no hay entente justificado que la empresa se beneficie de la exención de cotizaciones (y tiene menos de 50 empleados del total, si tiene más del 75%) puesto que la actividad se podia seguir desarrollando, quizás con alguna modificación.

El resultado es que esos días, hasta que se recibió la negativa, él el estado no es responsable (recordemos que en los ERTE paga el 75% de la base reguladora) del pago de esas nóminas. En caso de que haya denegado el ERTE por fuerza mayor el pago a los trabajadores irá a cargo de la empresa.

Ante es negativo, en la empresa podría iniciar una nueva solicitud de ERTE, esta vez cuya causa sea económica, técnica, organizativa y/o productiva (ETOP). En este caso, la empresa no estará exenta del pago de cotaciones.

De cualquier manera, esta situación no debe suponer ningún perjuicio para los empleados. En caso de que se deniegue el ERTE por fuerza mayor, la empresa debe seguir pagando el salario y no podrá el exigir recuperar el tiempo que no se trabajó a la espera de respuesta.

Los empleados no tienen que iniciar ningun trámite

Si la compañía hubiera iniciado otro procedimiento de ERTE, esta vez por ETOP, porque hubiera siso denegado el de fuerza mayor, los trabajadores comenzerán a genera el derecho a presenta desde el momento en el que se les envió a casa. La correspondencia se envía solo a la empresa, los empleados no têran que hacer ninguna gestioni en este sentido.

La situacion tras el fin del estado de alarma ha hecho acudir de nuevo a las resoluciones por decreto ley. En esta ocasión y duedo a que la actividad no se está pudiendo desarrollar con normalidad Las empresas pueden recurrir a nuevas modalidades de ERTE hasta el 30 de septiembre.

Nuevos ERTE hasta el treinta de septiembre

En concreto, el Real Decreto-ley, publicado el pasado 27 de junio establece dos tipos más de ERTE. En realidad, solo afecta a las aportaciones que las empresas hacen a las archas publicas (cotizaciones) and no tiene ninguna implicación para la presentacion por desempleo de los trabajadores.

se trata del lote ERTE de fuerza mayor parcial What significa una reducción del 60% en las cotizaciones de aquellos trabajadores que se incorporan al trabajo en empresas de menos de 50 trabajadores y del 40% en empresas de más de 50 trabajadores.

También se ha fijado el ERTEs transitorios para empresas que no han podido reiniciar su actividad con normalidad. La exoneración de aportes será menor cuando transcurra el tiempo antes de septiembre.

Estas medidas fueron acordadas con el pacto de los agentes sociales, las asociaciones de autonomos y el Gobierno para reactivar el empleo tras el periodo de inactividad fruto del estado de alarma.