Orientación hacia los resultados es una compétencia que se señala como requisiteo en muchas ofertas de trabajo. Sobre todo en los puestos que conllevan responsabilidad e implican la coordinación de tareas o de equipos. Aunque es bien conocida, esta denominación es algo abstracta y puede resultar confusa. ¿A qué se refieren exactamente cuando piden orientación a resultados y cómo desarrollan esta competencia?

Definiendo la orientación hacia los resultados

Lo que estás pensando seguro que se acerca bastante a la definición correcta de esta expresión. La orientación a resultados o, mejor, los resultados se refiere a que el dempego de las tareas vayan en consonancia con un objetivo determinado. Para ello se requiere una amplia visión de conjunto y un conocimiento detallado de los procesos que conducen a un determinado objetivo. Todas las decisiones que se toman en la fase de desarrollo tienen que estar dirigidas a alcanzar esa meta.

esto es calidad se demanda porque aumentan los casos de éxito. Y esto se sabe porque se han llevado a un cabo medido. Es decir, cuando se pone en marcha un proyecto en el que se ha trabajado orientado hacia los resultados, uno de los pasos será analizar lo que se ha ha ido consiguiendo en cada fase. Esto ayuda a determinar el cálculo total de recursos y tiempo que se ha consumido. Y se ha trabajado teniendo en cuenta esta orientación, la eficiencia será mucho más diferente.

Por otro lado, la orientación hacia los resultados es la capacidad que tienen quienes se conforman con una simplemente correcta del trabajo, sino que quieren ir más allá, buscan la excelencia. Por este motivo es una competencia muy relacionada con la calidad. Pero esto muchas veces no se puede hacer individualmente, porque requiere la coordinación de varios factores. Así pues, es muy importante para desarrollar esta capacidad contar también con el trabajo en equipo.

Equipo trabajando con orientación hacia los resultados

Cómo llevar a la práctica la orientación hacia los resultados

La vision de una persona que trabaja orientada a resultados es la de quienes tienen mentalidad de strategas. El proceso es el mismo. Muchos expertos han definido diferentes formas de poner en práctica esta competición y existen metodologías específicas que atienden a más aspectos que otras. Por ejemplo, no será lo mismo orientarse hacia la clientela que hacia la excelencia. Puede que en ocasiones converjan, pero si no lo hacen, hay que aplicar diferentes metodologías. aún, todas ellas conllevan las siguientes fases:

  • Definir el objetivo. Esta va a ser la guía que determina todo el conjunto de acciones. Conviene reducirlo a una sola frase para poder aludir mentalmente a él en cada ocasión. Pero también es necesario desarrollarlo para hacer detalles que hay que tener en cuenta.
  • Hackear un mapa del proceso. Se trata de definir las diferentes fases por las que pasará el proyecto y con qué recursos se utilizará para realizar cada una de ellas.
  • Calendario y asignación de recursos. Se establecerá un tiempo determinado para la finalización de cada fase. Por otro lado, con respecto a los recursos humanos y materiales que se requieren, se vera dónde se asignan, con buenos se cuenta y qué poder se tiene de conseguir los que tan.
  • Priorizar tareas. Es necesario clasificar las tareas en función de su prioridad e importancia. Cuáles son accesorios y pueden esperar y adecuados son clave y siempre terêran que atenderse con gencia.
  • Analiza cuándo termina cada fase y reajusta. Para ello es preciso definir unos indicadores de medición. Se realiza una recapitulación del final de cada fase y se ajusta a la estrategia en función de las necesidades. La velocidad en la capacidad de reacción y adaptación será fundamental. Además, también se verá que la asignación de recursos invertidos y los objetivos alcanzados son adecuados. Finalmente, analizan los obstáculos que se interponen y cuáles son los impulsores que les permiten llegar a la culminación de cada fase.
  • Aplicar las conclusiones y perseverar. Todo lo que se ha concluido del análisis se tiene en cuenta para pasar a la siguiente fase, y se ha llegado al final del proyecto, para los próximos objetivos. En otras ocasiones, si se deben asumir riesgos se harán de manera calculada. La perseverancia durante todo el proceso debe ser una constante.