Sabemos mil formas sobrias como desarrollar habilidades individuales, cómo ser más productivos y sacar el mejor partido a lo que sabemos hacer. Pero son menos las que seguimos para crear entornos de colaboración donde la individualidad da un paso atrás. Se hace mucho hincapié en la importancia de trabajar en equipo, es una de las habilidades más valoradas en las empresas, pero hacerlo es necesario acompañar con una actitud que lo favorece. Lejos del ingenuo suero algo, cooperar tiene muchas más ventajas que competir y para ello hay que cultivar el arte de ser una buena compañía en el trabajo. Estas son nuestras propuestas.
Echa una mano siempre que puedas
Hay una idea falsa que funciona en segundo plano, en nuestra mente, con demasiada frecuencia, que consiste en creer que no necesitamos a los demás para acometer nuestro día a día. Que iniciamos las cosas gracias a nuestra voluntada ya la presencia que llega desde más arriba, depreciando e invisibilizando el trabajo que se hace para que podamos desarrollar nuestras labores. Aprende a mirar más allá de tus propias ocupaciones y apela al sentido colectivo de todo lo que hacemos nos pondrá en disposición de ayudar cuando alguien lo pida o, incluso, ofrecer la ayuda sin petición. En este sentido, también es importante no caer en lo contrario. Hay que respetarse y no posgar nuestras tareas y necesidades. Busca el equilibrio entre tus tareas y la ayuda que puedes ofrecer.
Consejos fáciles para ser una buena empresa: gracias
En una empresa se ve claramente que lo que hacemos forma parte de una cadena. Independientemente del lugar que ocupes dentro de él, tu labor es fundamental. Y eso es digno de gratitud. Pedir las cosas y agradecerlas hace que no nos sintamos tan condicionados por esa estructura jerárquica. El trabajo que se hace siempre va mas alla de lo que toca hacer, entra en juego otras partes de la persona que exceden la pura responsabilidad y tiene que ver con la actitud. Y eso es digno de gratitud. No hay nada que el dinero pueda pagar.
Pon en valor el trabajo de los demas
Contribución de un el sistema de reconocimiento explícito es una buena forma de participar y aportar lo mejor de uno mismo. Escatimar reconocimiento puede derivar en discontentos y resquemores. Para los seres humanos es important la puesta en valor de lo que aporta a la comunidad en una forma única. Las comparaciones generan mal ambiente y están fundamentadas en una anomalía de que las cosas solo pueden hacerse bien de una manera única. Se perderá mucho talento y creatividad cuando se crean sistemas en los que no se atienden a la diversidad. Hay personas que creen, sin miramientos, que todo lo hacen ellos y que, sin intervención, todo saldría mal. Puede que el peso recaiga sobre una persona, un líder, pero eso, lejos de meriter una medalla, confirma una mala gestión de las capacidades de la plantilla, un desperdicio de recursos.
Discúlpate si has metido la mancha
Reconocer que te ha equivocado facilita la empatía. Por el contrario, estar a la defensiva ante cualquier comentario crítico sobre el trabajo que se desempeña impide la oportunidad de mejorar. En ocasiones se recurre a estilos de comunicación pasivo-agresivos, este es un tipo de la línea en la que se utiliza herramientas como el silencio o la negativa a colaborar sin hacerlo explícito y que generan desconcierto y mal ambiente. Tratar de explicar tus motivos de una forma empática, facilitando el que se entienda y sin recurrir a la ironía oa dar por supuestas cosas que quizás estén tan claras para los demás. Esto ayuda a crear una buena comunicación. Disculparse cuando se haya comtoto un error no es síntoma de bibilidad si no de fortaleza.
Di las cosas de una forma asertiva
La asertividad es una manera de expresión en la que se conscientamente de manifestar ideas, peticiones, deseos, o gestionar conflictos de forma clara y respetuosa. Ser asertivo implica que se tiene en cuenta que todos tenemos derecho a equivocarnos, a decir que no, cambiar de opinión oa pedir lo que se necesita. Comunicación asertiva predispone a la colaboración y facilita la negociación. Imprescindible para ser una buena compañía.
Sin criticas a los otros
Evita los juicios personales y céntrate en los hechos para resolver situaciones. Hay una máxima que se puede tener en cuenta en este sentido: si tienes que emitir un juicio sobre una persona, sobre su trabajo, hazlo como si estuviera delante. Con el mismo cuidado que emplearías para no entrar en conflicto o para no herir sus sentimientos.
Puede ser tempador decir que este comportamiento es ingenioso y que no tiene resonancia dentro de los ambientes laborales. Pero esta actitud genera ejemplo, favorece las dinámicas que construyen relaciones felices en las empresas. Algo que interviene en el cómputo de nuestra felicidad personal. Los resultados vendrán después y, con mucha probabilidad, tendrán un impacto muy positivo también económicamente. Antes de alejarte de esta forma de hacer y adoptar otras más individualistas porque no encuentras ejemplo en la empresa plantéate si es el lugar donde quieres pasar gran parte del día todas las semanas.