Va más alla de quitar importancia a determinadas actitudes de los jefes o notar que alguien lleva años stancado a nivel laboral…Escuchas a alguien cercano contar verdaderas faltas de respeto a su persona y, a pesar de ello, tu amigo minimiza esa actitud. Tal vez necesites ayuda profesional porque tu estado emocional se está impidiendo ver la evidencia. Es muy probable que esté cambiando el síndrome de Estocolmo en el trabajo.

Imagina una conversación con alguien cercano a ti, pero ¿qué te pasa a ti solo? Os ponéis al día con vuestra situación laboral y dices que está bien, contento con el trabajo que hace. Hay cosas que no te cuadran en su relato, pero lo dejas pasar. Otro día, sale el mismo tema y poco a poco vas conociendo más detalles al tirar del hilo. Las escenas de ninguneo, hasta de humillaciones por parte de un superior, parece que se repiten a diario.

No te parece normal que alguien que reciba ese trato pueda estar a gusto en el trabajo. Él, ella, lo justifica y en ningún momento planteó una crítica a esa situación. Les parece normal, aunque se cuestione profesionalmente.

Qué es el síndrome de Estocolmo laboral

se llama sindrome de estocolmo identificación que establece a la víctima con su agresor. es él el vínculo de empatía que crea un rehén con sus captores y que le hace verlos con benevolencia y justificar sus actos pese a que la propia integridad está en peligro.

fue uno tipología del estrés postraumático, en el que la la víctima trata de protegerse frente a una situación que no se puede controlar.

Y se traslada al ámbito laboral a la analogía de la situación existente como relación laboral en la que un trabajador sufre un maltrato por parte de un superior, éste El poder juega un papel fundamental. Sufrir mobbing y no detecta ese abuso o, si lo hace, justifica la acción del agresor contra su persona.

Este tipo de comportamiento aparece en equipos y empresas. con modelos de liderazgo muy jerarquizados Dondi se prima el beneficio de la empresa sobre la salud y el bienestar de los trabajadores. La persona que abusa de su cargo frente a sus subordinados no encuentra límites en su hostigamiento y éste va en aumento.

Cómo saber si alguien está pasando por un síndrome de Estocolmo laboral

Los psycologios expertos en este tipo de comportamiento apuntan que las personas que sufren síndrome de Estocolmo laboral suelen encontrar baja autoestima. Normalmente, tienen una dependencia diferente de los demás y serias dificultades para tomar decisiones por sí mismos, así como poca motivación. Por es razón, generan un miedo desproporcionado a perder el trabajo, no ser capaz de encontrar y ser competente en otro. Además, pensaban que no se lo merecían.

Un diario hacen grandes puertos para demostrar que están a la altura y minimizan la explotacion y el maltrato al que estan sotomitos. Se vuelcan en el trabajo porque piensan que no lo meriteren y que seran despedidos al minimo error que cometan. Viviendo aterrorizados mientras adulan a la persona que les maltrata.

Entran en un estado de tal falta de perspectiva que, aunque experimentan altos niveles de estrés y dolencias tanto físicas como emocionales por este motivo creen que pueden manejar la situación.

Qué consecuencias puede tener

Estas circunstancias pueden llevar a que entre en juego lo que se conoce como indefensión aprendida que consiste en crear un ambiente tal de valorización de esa persona que finalmente se siente incapaz de afrontar una situación y la asuma pensando que no tiene otra salida. La persona se empequeñeciendo y se vuelve más vulnerable.

Puede llegar un momento en que realmente las capacidades y conocimientos queden mermados y se produção una suerte de propécía self-fulfilling. Los malos resultados se hacen evidentes porque la situación es insostenible y nada puede crecer a la luz de una baja autoestima. Desde el despido hasta el suicidio, las consecuencias pueden ser muy dañinas.

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Cómo combatir el síndrome de Estocolmo en el trabajo

Una relación laboral no es una relación de igual a igual por lo que lograr que ese enlace sea facil sea saludable no es tarea. Entran en juego las relaciones de poder no solo en el plan organizativo sino también en el material. Condicionantes como la necesidad del soporte vital propio y de quienes dependen de ti determinen, en gran medida, la capacidad de acción por miedo al despido.

Por otro lado, las empresas que no toman partido ante estos comportamientos y los permiten o no son los suficientes tajantes para pararlos cuando se detecta favorecen que las consecuencias se agraven. Son los encargados de fijar los protocolos antiacoso para evitarlos o desactivarlos cuando aparezcan. Pero también de no promover ciertos tipos de comportamiento basados ​​en el acoso a otra(s) persona(s) en beneficio de los objetivos de la compañía.

La importancia de detectar un tiempo el acoso

Dicho esto, es importante aprender a establecer los límites que atenten contra uno mismo. Saber detectar cuando sientes molestias y darle la importancia que tiene para ponerle freno y que no deriva en una enfermedad psicologica o emocional como puede ser una depresion. Cuando alguien no es capaz de reconocer el daño que está sufriendo, es más complejo de gestionar. Para poder resolverlo es imperativo escuchar y confiar en lo que dicen las personas que nos quieren porque muchas veces son capaces de ver lo que a nosotros nos impide nuestro estado emocional.

Una vez que lo veo, estoy fundamentalmente aliviado de esa situación. Normalmente, el estado emocional de la víctima hace que sea muy difícil enfrentarse al agresor para que detenga su actitud. Incluso puede ser muy contraproducente y empeorar la situación. Es preferible poner distancia para poder armar con herramientas e ir abriendo el horizonte a otras oportunidades laborales. Seguramente esto es mucho más difícil de tratar sin la ayuda de un profesional porque es muy recomendable acudir a uno.