Trabajar menos cobrando lo mismo es lo que lleva soñando con la humanidad ya que tiene que vender su fuerza de trabajo. Además, la generalización y digitalización de tareas lo hace cada vez más fácil. Probablemente, poro es la razón se multiplican las experiencias en la reduccion de jornada en el mundo y el debate ocurre con mayor frecuencia, con diferentes resultados y conclusiones. ¿Sería posible establecer una jornada laboral de cuatro días en España?

Jornada laboral de cuatro días en España

Sin que su intención fuera el ser pionero en estas tapas, una empresa de Jaén vio como posible que sus empleados redujeran los días de trabajo semanal para favorecer la conciliación con la vida personalmente. Así, desde principios de año, ha implantado la semana laboral de cuatro días.

A la espera de una evaluación, que requirió de algún tiempo más para que fuera concluyente, los buenos resultados ya se han dejado ver. Los trabajadores vuelven de este finde largo habiendo disfrutado de más descanso y ocio por lo que su actitud es muy positiva, lo que se traduce a la productividad.

Países que trabajan cuatro días a la semana

Los experimentos en cuanto a la reducción de jornada laboral en todo el mundo se están reproduciendo. El pasado verano, el gigante informático Microsoft llevó a cabo un experimento sobre esta modificación del tiempo de trabajo durante un mes en Japón. Los resultados han sido muy beneficiosos, según señalan.

En las antípodas, en Nueva Zelanda, empresa implementada el año pasado, en una de sus sedes la jornada laboral corta. También con excelentes resultados, que hizo que replicaran la practica a todas las oficinas de la compania.

Pero no todos son beneficios, como habréis podido sospechar. Perdido costes laborales de más que asumir las empresas en algunos casosen sobrecarga de trabajo en la plantilla o un mercado laboral con gran peso del sector servicios como el nuestro, son algunas de las objeciones que se hacen a la introducción de este sistema en el día a día de las empresas.

Tuempleo_Jornada-laboral-en-España

¿Compensa trabajar menos horas a la semana?

Este es el caso del ayuntamiento de la ciudad sueca de Gotemburgo. En el año 2014 se implantó en una residencia para personas mayores, y por un periodo de dos años, una jornada laboral de 30 horas para todos los trabajadores. Sin rebaja del salario. Los resultados para los empleados fueron inmejorables, pero los sobrecostes en los que incurrió el consistorio provocaron que la experiencia no se pititierapor el momento.

Desde el año 1999, En Francia, la jornada laboral es de 35 horas por ley. Lo que en principio se consideró una conquista en los derechos de los trabajadores, con el paso del tiempo y la dificultad para mantener una práctica que no mejoraba los métodos de producciónprovocó una sobrecarga en los trabajadores, la necesidad de que las empresas aumentaran las horas extras y, por tanto, una encarecimiento de los costes laborales.

Jornada laboral en España

El peso del sector servicios en el mercado laboral español, donde la atencion al cliente o usuario tiene una presencia importante, hace que la implantación de una semana laboral corta suponga un reto en los costes laborales. Se necesitarían más trabajadores para cubrir todas las horas que se ofrecen los servicios. Y esto incrementaría el gasto en la empresa. El resultado es que será difícil ver con buenos ojos una reducción de la jornada laboral por el mismo salario.

Por otro lado, trabajar menos días a la semana no significa que trabajen menos horas. Incrementar las horas en la jornada diaria a cambio de trabajar un día menos haría flaco favor a la conciliación, igualmente. Además, los derechos de los trabajadores podrían verse afectados no adecuarse la jornada a los estándares de salud laboral y empeorar dolencias como el estres debido a la sobrecarga de trabajo.

La automatización de tareas es parte del sueño de acabar con el trabajo tedioso y repetitivo. También favorece la idea de que se puede reducir el tiempo de trabajo sin que se resientan los beneficios. Pero el reto que supone un mercado de trabajo excesivamente orientado a los servicios, como es el caso de España, hace que esta idea no tenga todavía suficiente cabida en el imaginario empresarial.