La eficiencia es una habilidades blandas muy bien valorado por los empresarios. Y te consideras una persona eficiente no dudes en reflekarlo de manera destaçada y creíble en tu candidada. Sin embargo, si crees que todavía estás verde en ese tema o no tienes muy claro qué es la eficiencia laboral, sigue leyendo.
La diferencia entre eficiencia y eficiencia.
La principal diferencia entre eficacia y eficiencia es que la segunda implica alcanzar los objetivos con el menor número de recursos posibles. Con las dos actitudes se consigue llegar a la meta en un tiempo óptimo, pero además de eficiencia, consume menos. Por decirlo de algún modo, a la eficacia le importa menos la sostenibilidad de la acción.
a ejemplo de eficiencia es una bombilla incandescente en buen estado. Puede dar la luz que necesita quien la enciende y lo hará al momento si está conectada a la red eléctrica principal. Una bombilla eficiente logrará exactamente el mismo objetivo pero consumirá menos energía eléctrica.
En el mundo laboral, la eficiencia es una habilidad blanda muy apreciada. Alguien que consigue llevar a cabo un proyecto en el tiempo adecuado y consume los mínimos recursos posibles, tanto humanos como materiales, representa, evidentemente, El ideal de desempeño. Quizás no pueda ser 100% eficiente, pero seguro que puedes mejorar esta cualidad y ten en cuenta los consejos que te damos a continuación.
La fórmula para aumentarlo en 5 pasos
- Revisa las características de tus objetivos. Esta parte la tienes que tener muy bien definida porque va a ser la que oriente todo tu pequeno. Te permitirá evaluar hasta dónde has llegado, o cuánto has logrado. Jerarquízalos por orden de urgencia, pero, si todos son importantes, no dejes ninguno descolgado.
- Análisis de tus comitos y separados por grupos. Los que llevan más tiempo de los que menos cuesta hacer. Los urgentes de los de largo recorrido. Los que requieren más concentración que los que son más automáticos. Los que puedes llevar cabo con autonomía de los que precisan la participación de otras personas…
- Revisa tu día. En los tiempos muertos cortos puedes dedicarte a las tareas que cuesta menos hacer. Cuando haya más distracciones en tu lugar de trabajo u horas en las que no estés al 100%, ocúpate de las tareas que requieren menos concentración. Deja las tareas que necesitan la participación de otras personas para la frenja horaria que mayor disponibilidad tengan.
- Distribuya en un calendario las tareas larga distancia. Así evitarás hacerlas en el último momento. Con respecto a las urgentes, aplicar a regla de los dos minutos por David Allen. Si puedes quitártela en ese tiempo, hazla; y no, el programa enseguida en qué momento la harás. Hacer estimaciones sobre el tiempo que llevará realizar un proyecto o proyecto para programar planes eficientes.
- Adquirir formación. A menudo las metodologías que se usan para hacer las cosas como siempre no son ya eficientes. En las actividades formativas suelen ofrecerse nuevas metodologías mejoradas. Además, se ve cómo otras personas hacen los mismos comtodos. Con las buenas ideas que extractigas de cursos y planos, podrás elaborar tu propia forma de hacer las cosas centrándote en optimizar la eficiencia.